En el mundo del fútbol, pocos relatos son tan inspiradores y trágicos como la travesía del Atlético de Madrid. Un equipo que ha experimentado altibajos emocionales dignos de una epopeya. Desde su descenso a la segunda división hasta su resurgimiento triunfal a la cima europea. La historia del Atlético es un testimonio de perseverancia, pasión y lucha constante.
En Bet777 te mostramos un recorrido a través de los hitos y desafíos que forjaron la resiliencia del Atlético de Madrid, convirtiéndolo en un símbolo de coraje y determinación en el mundo del deporte.
La caída inicial del gigante
La temporada de 1999/2000 empezó sombría para los colchoneros con una derrota 0-2 ante el Rayo Vallecano. En la segunda jornada tomaron la delantera contra la Real Sociedad, pero un colapso en la segunda mitad permitió la remontada de los locales y derrota para el Atleti por 4-1. Además, perdió frente al Celta y solo empató en la Romareda. Hasta que su primera victoria llegó en la quinta jornada frente al Racing.
Aunque luchaban por ganar fuera, tres victorias seguidas en casa brindaron alivio. Enfrentaron al Real Madrid en el Santiago Bernabéu, donde, por sorpresa, un doblete de Hasselbaink y José Mari dieron la vuelta al marcador. Esta victoria destacada los impulsó al décimo lugar, superando al Madrid.
A pesar del aparente avance, la racha de resultados positivos fue fugaz, con solo un punto sumado en las siguientes tres jornadas.
Intervención de la Audiencia Nacional
El destino del Atlético de Madrid tomó un rumbo inesperado con la intervención de la Audiencia Nacional. Aunque el triunfo 2-3 en Málaga apaciguó la mala racha, el 22 de diciembre marcó un punto de inflexión. En ese día, la Audiencia Nacional decretó la destitución de Jesús Gil de su rol de presidente y también la de toda su directiva.
En un giro sorprendente, la misma tarde, el Atlético aplastó al Oviedo con un resonante 5-0, dedicando la victoria al que una vez fue su líder. Desde entonces, el club quedó bajo la administración de un responsable judicial durante cuatro meses, afrontando una etapa de incertidumbre y reajustes.
A pesar del revuelo social y los desafíos internos, el Atlético de Madrid demostró su resiliencia. Superando las adversidades, lograron vencer al Mallorca y aseguraron una posición fuera de los puestos de descenso al finalizar la primera vuelta. Con una victoria 0-1 en Vigo, se ubicaron a 4 puntos de los puestos europeos, lo que indicaba una presunta recuperación y estabilidad en el horizonte.
La resurrección bajo la guía de Radomir Antic
La turbulencia en la travesía del Atlético de Madrid no cedía. Tras un breve alivio, la crisis golpeó nuevamente y Ranieri fue relevado en marzo. Para ese punto crítico, emergió Radomir Antic para liderar el regreso. El equipo se asomaba al abismo del descenso, pero aún se mantenía en competencias.
Sin embargo, los obstáculos persistieron a pesar de los esfuerzos. Aunque avanzaron en algunas competiciones, sufrieron una eliminación en la Copa de la UEFA ante el Lens y luchaban por victorias en la liga. La situación se agravó cuando cayeron 4-1 ante La Coruña en la jornada 32, alejándose de la salvación por 4 puntos. Y días más tarde, sucedió la devolución del control del club a Jesús Gil por orden judicial.
En medio de la lucha, el Atlético avanzó en la Copa. Vencieron al FC Barcelona 3-0 en semifinales, llegando a la final de la Copa del Rey en medio de una temporada tumultuosa y desafiante.
El Atlético cae al abismo
El Atlético de Madrid no pudo evitar el declive, confrontaba la dura realidad y retos para recuperarse. Un 2-2 con el Málaga, la derrota 2-0 en Mestalla y una contundente caída 0-3 ante el Barcelona en casa, marcaron un descenso dramático. Para el 7 de mayo, con solo 3 jornadas por jugar, el equipo estaba al borde del abismo. Enfrentaron al Oviedo de Luis Aragonés, sabiendo que su permanencia en la Primera División dependía de una victoria.
En un duro partido, el Atlético mostró su temple y remontó un déficit de 0-2, pero el gol del triunfo nunca llegó. Con el penalti que Hasselbaink falló, los colchoneros sellaron su boleto a segunda división, poniendo fin a 70 años continuos en la máxima categoría.
Por su parte, Fernando Zambrano asumió el mando del equipo en lugar de Antic, y la temporada terminó con una victoria inservible en Mallorca. Rompieron así una racha de 16 jornadas sin triunfar en el campeonato.
Un doloroso final de temporada
A medida que la Liga se convertía en un desastre, el Atlético de Madrid aún albergaba esperanzas en la Copa. La posibilidad de evitar el descenso se unía al sueño de ganar un título y asegurar un lugar en competiciones europeas. Sin embargo, la pesadilla continuó en la final contra el Espanyol.
Apenas 2 minutos después de comenzar, Toni encajó un gol lamentable, y los rojiblancos sufrieron una derrota por 2-1. Este amargo desenlace se sumó a la lista de decepciones de una temporada para el olvido, marcada por infortunios tanto deportivos como económicos.
El Atlético perdió 48 millones de euros en ingresos, se vio obligado a vender a sus jugadores internacionales y tuvo que despedir a 100 empleados de su plantilla.
Renacimiento y ascenso
El primer año del Atlético de Madrid en la categoría de Plata trajo consigo un rayo de esperanza en medio de la adversidad: el debut de Fernando Torres. Aparte de quedar en el cuarto lugar y no lograr el ascenso, el equipo tuvo que esperar hasta 2002 para regresar a la Primera División.
Este periodo marcó el inicio de la recuperación del club, que poco a poco fue reconstruyendo su grandeza y acumulando títulos.
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