El mundo del juego puede ser una actividad apasionante y entretenida para muchos. Desde las cartas hasta las apuestas deportivas, es una forma común de recreación para personas de todas las edades. Sin embargo, en algunos casos, lo que comienza como un pasatiempo inofensivo puede convertirse en una cuestión más seria.
Las señales de problemas con el juego pueden ser sutiles al principio, pero es esencial reconocerlas. Así se logra evitar que la diversión ocasional se transforme en una situación compleja.
Y eso es lo que hoy Bet777 te ofrece. Signos que podrían indicar que el juego ya no es una actividad recreativa, sino algo más preocupante.
Descripción general
Cuando se habla de problemas con el juego se hace referencia al impulso incontrolable de seguir jugando a pesar de las consecuencias. También se le llama juego compulsivo, ludopatía, trastorno o adicción al juego.
Apostar implica arriesgar algo valioso para sacar mayores ganancias. Y esa necesidad puede aumentar, acarreando más riesgos.
Y es que el juego puede activar el sistema de recompensa del cerebro, llevando a una adicción similar a las drogas.
En consecuencia, se sufren pérdidas financieras, deudas, dificultades en la relación sociales y laboral. A menudo, con comportamientos ocultos y acciones ilícitas para mantener la adicción.
¿Cómo saber si tienes problemas con el juego?
Alguien con una adicción al juego suele presentar varios signos, entre los que se pueden incluir:
Preocupación y conductas relacionadas con el Juego
- Planificación constante de actividades de juego e inquietud por la obtención de dinero para jugar.
- Necesidad creciente de apostar más para sentir emoción.
- Intentos inútiles de controlar, disminuir o detener el juego.
- Intranquilidad e irritabilidad al tratar de reducir el juego.
- Uso del juego como escape de problemas emocionales.
Persecución de pérdidas y engaño
- Intentos por recuperar dinero perdido mediante más juego (perseguir pérdidas).
- Mentir a familiares y conocidos para ocultar la extensión del juego.
- Arriesgar relaciones, empleo u oportunidades educativas debido al juego.
Dependencia financiera y pérdida de Control
- Solicitar ayuda económica a otros luego de pérdidas por apuestas.
- Incapacidad para controlar impulsos de apostar a pesar de que las probabilidades estén en contra.
- Impacto negativo en el trabajo, ausencias y dificultad para concentrarse o completar tareas.
Cambios emocionales y relacionales
- Desasosiego persistente por el juego y abandono de otras aficiones.
- Descuido de responsabilidades familiares.
- Impacto negativo en relaciones cercanas debido al juego.
Síntomas físicos y negación
- Manifestación de síntomas físicos. Como, por ejemplo, ansiedad, dolores de cabeza, irritabilidad y molestias estomacales.
- Negación de tener un problema de juego.
- Acciones ilegales como robar dinero para apostar.
Muchos jugadores ocasionales dejan de jugar cuando pierden o fijan límites para sus pérdidas. Pero quienes tienen un problema con el juego, se sienten forzados a continuar haciéndolo a fin de recuperar su dinero. Lo cual se convierte en un patrón cada vez más perjudicial.
Algunas personas con ludopatía experimentan momentos de remisión, en los que juegan menos o incluso se abstienen. No obstante, estas fases rara vez son duraderas sin tratamiento.
Factores de riesgo
Las causas exactas detrás del juego compulsivo aún no se comprenden por completo. Al igual que en otros trastornos, es probable que sea el resultado de una interacción entre factores biológicos, genéticos y ambientales.
Pues la mayoría de los jugadores de cartas y apuestas no experimentan problemas con el juego. Por lo que ciertos factores se vinculan con frecuencia al desarrollo del juego compulsivo, por ejemplo:
Sexo
La ludopatía es más usual en los hombres, aunque las mujeres pueden volverse adictas más rápido. No obstante, los patrones de juego cada vez se asemejan más entre géneros.
Edad
El juego compulsivo es más común en jóvenes y adultos de mediana edad. Y comenzar en la infancia o adolescencia eleva el riesgo. Sin embargo, podría afectar a adultos mayores.
Salud Mental
Personas con problemas de trastornos de personalidad, abuso de sustancias, depresión o ansiedad tienen mayor propensión a la ludopatía. Los trastornos como TOC o TDAH también pueden estar asociados.
Medicamentos
Es posible que algunos fármacos para Parkinson y síndrome de piernas inquietas provoquen conductas compulsivas, como el juego. Por ejemplo, los llamados agonistas dopaminérgicos.
Influencias sociales
Tener familiares o amigos con problemas de juego aumenta la probabilidad de desarrollar una adicción al juego.
Rasgos de personalidad
Ciertos atributos con facilidad incrementan el riesgo de ludopatía. Como, por ejemplo, ser altamente competitivo, impulsivo, inquieto, adicto al trabajo o aburrido.
Si presentas algunos de estos factores del juego compulsivo, es aconsejable evitar toda forma de juego. Así como los lugares y compañías relacionadas con él.
Del mismo modo, lo más recomendable es buscar tratamiento en cuanto se detecte los primeros indicios del problema. De manera que se logre prevenir una posible crecida del juego compulsivo.
Cuándo consultar a un médico o profesional de salud mental
La negación suele ser una característica común en comportamientos compulsivos o adictivos. Lo que puede dificultar reconocer el problema por uno mismo.
¿Has notado que algún familiar, amigo o colega expresan inquietudes acerca de tu conducta de juego? Si la respuesta es sí, entonces es importante considerar la consulta con un experto en salud mental.
Apoyo, comunicación y estrategias saludables
Si bien evitar el juego y buscar tratamiento temprano son pasos fundamentales, también es crucial establecer un sistema de apoyo sólido.
Esto es posible mediante una comunicación abierta con familiares, amigos y demás seres queridos. Donde se dialogue acerca de la situación, lo que puede brindar un apoyo emocional invaluable durante el proceso de recuperación.
Así como aprender estrategias de manejo del estrés y desarrollar alternativas saludables para ocupar el tiempo libre. Ya que esto puede contribuir en gran medida a mantenerse en el camino correcto hacia la recuperación.
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